Esta preciosidad de podenca es Bimba. Por desgracia, a sus 8 años ha tenido que conocer lo que es estar en un chenil encerrada sin una familia, sin un hogar, sin nada.
Es una perrita muy activa, le encanta corretear de arriba hacia abajo, buscar pelotas, olisquearlo todo. Pero no solo eso, también es muy simpática y se acerca a que la acaricien cuando necesita un poquito de cariño.
Nosotros estamos enamorados de ella porque es un sin fin de emociones. Cuando va paseando va muy feliz, sin pegar tirones, a no ser que vea algo que se mueva entonces su curiosidad le llama a quedarse olisqueando esa zona un buen rato, incluso da saltitos buscando cualquier cosa que pueda encontrar.
Pero a pesar de su excitación por las cosas nuevas, Bimba es una perra muy muy buena, ya que en el momento en el que la llamas se despista de lo que está haciendo y viene corriendo muy obedientemente.
Con otros perros se lleva bien y es que Bimba es una alegría constante. Tanta es la felicidad que desprende que no entendemos por qué está en un chenil. Muchas personas pueden pensar que es porque es una perrita mayor, pero nada más lejos de la realidad, Bimba es como si fuese toda una cachorra. Es de esas perritas viejóvenes.
Si eres una familia interesada en adoptar a Bimba tienes que tener en cuenta, a parte de su energía, que es una perrita que requiere de unos cuidados especiales como son: unos besos enormes, unos abrazos gigantes y, por favor, que no la abandone nunca. Si quieres ser esa familia escribe a
geriatrico@protectoramalaga.com y te responderemos encantadas.