Hecha una bolita y llena de sarna. Así fue como Mili llegó a nosotros. No entendía qué estaba pasando, no entendía que hacía en el refugio y todo daba mucho miedo.
Pero ahora Mili es una perra diferente. Después de muchísimos baños, la sarna ha desaparecido y ahora nuestra pequeña malinois ha aprendido que la gente no da tanto miedo, que puede disfrutar del cariño humano y del juego en patio.