La historia de Roco es la de muchos perros que llegan a la protectora. El típico perro regalado que cuando se hace viejecito nadie lo quiere.
Después de que su familia se deshiciera de él como si de un trapo viejo se tratara, ha pasado por diferentes lugares pero no ha encontrado a su familia de verdad, de las que nunca te abandonan y te cuidan hasta el final de tus días.
A sus 11 años, la protectora no es un lugar para él. Tiene muchísima ansiedad y necesita salir de allí cuanto antes. Por nuestra parte, solo podemos decir cosas buenas de él. Comparte chenil con machos y hembras sin ningún problema. Pasea muy bien con correa y es el compañero de vida ideal. A pesar de su edad, aún le quedan muchas ganas y energía de explorar el mundo.